Querido joven, querida señorita, no puedo evitar el expresar en estas humildes palabras el deseo de que pongas tu confianza completamente en Dios, muchas veces vivimos experiencias que marcan nuestra vida de dolor, decepción o pérdida, caemos en el error de buscar un culpable por nuestros problemas , por esto nos culpamos a nosotros mismos o a los demás, o peor aún, a veces apuntamos hacia Dios creyendo que sus designios son injustos e incomprensibles cuando en el fondo son plenamente planeados, determinados y previstos por Dios para cada uno de nosotros.
Nosotros, por el simple hecho de ser humanos fallamos y malinterpretamos la voluntad de Dios, por nuestra humanidad caemos en el error de creer que podemos tomarnos de la mano de Dios y no soltarla nunca, pero somos tan débiles que a cualquier aflicción nos comienza a invadir lentamente la preocupación, los malos pensamientos, la desconfianza en Dios y finalmente la perdida de fe. Por esto queridos jóvenes, es necesario pedirle a Dios que ÉL tome nuestra mano y nos ayude a avanzar, solo así estaremos verdaderamente protegidos, Él jamás nos va a soltar, ni menos nos dejará caer.
"Mas yo en ti confío, oh Jehová;digo: tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia." Salmo 31: 14- al 16
"Confía en Jehová, y haz el bien;y habitarás en la tierra y te apacentarás en la verdad." Salmos 37: 3